· Palabras que en algún momento mi mamá creyó que serían buenas para regalarme...

(Palabras que en algún momento mi mamá creyó que serían buenas para regalarme... y el tiempo me las trajo de nuevo, como para que no me las olvide. GRACIAS MAMÁ BLANQUITA!!!)




"Antes de que llegases, solía preguntarme cómo trataría a una hija. ¿La quería remilgada, o deseaba una niña robusta y alegre? ¿Quería que supiera administrarse? ¿O que fuese cariñosa? ¿O las dos cosas? Tal como fue, no se hicieron realidad ninguno de mis sueños. Conseguí una hija por completo singular, del todo distinta, totalmente sorprendente, imprevisible y encantadora. Llegaste tú.

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A veces, me gustaría ser capaz de solucionar todos tus problemas. A veces, desearía tener dinero bastante para darte todo aquello con que sueñas. A veces, me encantaría disponer de tesoros que regalarte. Pero te di lo que pude: tus cinco magnificos sentidos, el mundo que te rodea. Toma lo que gustes, añade tu propio prodigio a la suma de todas las maravillas humanas, y transmite el don de tu amor. Es suficiente.

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Me siento orgullosa de tus proezas. Has trabajado de firme para realizarlas. Me enorgullece tu figura y tu inteligencia, que te legó algún lejano antepasado. Pero lo que más me entusiasma es que seas sencillamente TU. El "éxito" es un complemento. Para mí eres especial, NO IMPORTA lo que hagas. No me enorgullezco de las cosas que te llegaron con facilidad -o que fueron parte de ti desde el mismo principio-, sino de tu esfuerzo contra la adversidad y contra tu propia naturaleza, hasta emerger victoriosa en la superficie. No. No eres perfecta, y siento que, de pequeña, a veces parecía exigirte la perfección. Eres mejor que perfecta. Una pieza singular de humanidad, falibre, indagadora, siempre sorprendente en tus descubrimientos y en tus sueños. Daré perennemente gracias por esa pequeña parte de mí que hay en tu ser y de que me lleves a un futuro que nunca conoceré. Eres todo de nosotros y, sin embargo, serás tú misma siempre.

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Podría decirte que eres la hija más lista, la más bella, la mas sencible, apacible, sensata y discreta de todo el universo. Pero no sería justo. No conozco a todas las hijas del universo. Sólo puedo juzgar por la limitación de lo que sé. Pero, sobre esa base, afirmo que eres la más lista, la más bella, la más...

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Elegirás tu propia fe. Tal vez honres a un dios, un profeta o a un maestro. Todo lo que te pido es que respetes a cualquier ser vivo que comparta tu mundo. Si has de destruir, destruye sólo por necesidad y sabiendo muy bien lo que haces. Estamos indisolublemente ligados unos a otros. Tendrás que librar tus propias batallas. Pero aquí estoy yo con el agua y la esponja para restañar tu heridas. Cuando eras muy pequeña, yo podía resolver con un beso casi todos tus problemas. O aliviarlos con una cucharada de hinojo. Era capaz de arreglar la mayoría de las cosas que un beso no cura, con pegamento y cinta adhesiva, aguja e hilo, grapas, goma y cuerda. Me daba buena maña para reponer los ojos de las muñecas y sus brazos y piernas. Y su pelo. Pero ahora hay cosas que no consigo reparar, ni curar con un abrazo. Cuestiones importantes que superan a mis destrezas. Desearía poseer una magia que lograse enderezarlas. Todo lo que puedo hacer es estar aquí. Siempre.

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Tienes mi amor, el amor que nos une. Llévalo contigo al mundo que yo nunca conoceré.

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Deseo que te sientas felíz, segura, cómoda y juiciosa. Pero no todavía. Primero, las aventuras. Te deseo la pasión que crea, y pido que no sufras la pasión que destruye. ¿Cómo puedo desearte algo? Salvo que descubras lo que quieres hacer y lo hagas. Bien. ¿Qué es lo que más deseo para ti? Que creas en el valor fundamental de la especie humana, y ésta, cariño, te incluye."


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"Te deseo una hija como tú."