miércoles, 10 de junio de 2009


Confieso que, de vez en cuando, vuelvo a ahogarme en llanto junto a la almohada. Pero también admito que me hace bien expulsarte en lágrimas, sacarte de mí alma, deportándote con palabras. No te quiero dentro, ni cerca. NO TE QUIERO. Pero no es fácil desprenderme del pasado, ni de los recuerdos del mismo. Tiendo a desviarme, como recién que lloraba, pero así como me voy, regreso... para no volver. Vuelvo más fuerte. Aprendo a reír, y gozo de PODER hacerlo. Disfruto de la vida, y DE ESTAR VIVA...

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